Las habitaciones están muy bonitas con una terraza privada para disfrutar, pétalos de rosa que le dan un toque especial y camas cómodas para descansar a gusto. El desayuno es delicioso, ¡una delicia para empezar el día! Además, la ubicación en la kasba es perfecta para explorar la zona. 🌸

Su situacion, la amabilidad de las personas que trabajan alli, su decoracion y su buen hacer.El desayuno maravilloso.

Unas habitaciones muy espaciosas y auténticas.

Puede describirse como una experiencia inolvidable, super recomendado. Comida fresca para el desayuno servido en el patio. Los cuartos son bonitos, y el desayuno increíble y buenísimo. Tienen un parking público cerca Una ubicación estupenda en el corazón de la ciudad vieja, con restaurantes muy buenos en la zona. El distrito Kasbah merece atención.

La habitación estaba bien decorada con una terraza privada. La cómoda cama y la ropa de cama de calidad fueron destacables. La ubicación era ideal, a poca distancia a pie de las Tumbas Saadíes.

La decoración, la comida, la tranquilidad y el personal.

Que no tenía spa como se decía en la página y la piscina era muy pequeña, más bien decorativa, tampoco vimos el servicio de masajes y que faltaba tv en las habitaciones.

Nos ha gustado mucho de verdad la comida, estaba deliciosa. Tiene habitaciones bien decoradas con tanto una buena cama como sábanas de calidad.

El hotel era un lugar maravilloso. El desayuno fue delicioso. Reservé una habitación muy espaciosa con vista al patio. El equipo del hotel fue educado.

Nuestra estancia en el Riad ha sido fantástica. Decoración exquisita, trato profesional, limpio, agradable, desayunos de primera. Es una opción 100% recomendable. Sin lugar a dudas para repetir.

Buen trato y confor,

El tema de la piscina es muy pequeña, demasiado es la unica pega.No tendria que poner que tienen piscina de verano y de invierno, porque se crea un decepcion al viajero.vas con gtu bañador y es una pileta, un poco mas grande que un jacuzzi.

Esta era mi segunda estancia inolvidable aquí y me encantaría regresar. Desayuné en el patio y todo fue fresco. Mi habitación era muy espaciosa con una buena cama, una terraza privada, pétalos de rosa, como en la descripción. En el hotel se respiraba un ambiente tranquilo. Tenía un parking público cerca, un servicio increíble. El alojamiento tenía una ubicación céntrica en el corazón de la ciudad vieja. Encontré Le Makassar, situado tan cerca del hotel, y comí allí unas cuantas veces.

Ha sido una estancia inolvidable, llena de momentos mágicos...ha sido nuestra primera casa..nos hemos sentido rodeados de cariño y atenciones......Por veces que volvieramos a Marrakech ..volveríamos a este Riad lleno de encanto y donde pasamos nuestra primera noche de casados

TODO.......ha sido inmejorable. Gracias y mil gracias a Joelle, su propietaria por su infinita delicadeza y atenciones.Un lugar maravilloso!!

Un Riad de ensueño...la estancia ha sido simplemente excelente e inmejorable! Un Riad cuidado con lujo de detalle, decorado con muchisimo gusto, en donde predominan las rosas blancas que se encuentran allá donde vayas... hace que sea un pequeño paraiso en medio de la medina. El servicio encantador, Joel, la dueña de origen francés, nos atendio cariñosamente, resolviendo todas nuestras dudas, aconsejandonos con "insider tipps" y sirviendonos unos desayunos y cenas riquísimos...Un riad precioso con un personal fantástico...tanto que no queríamos irnos! Mi mas sincera recomendación...nosotros volveremos seguro :)

El desayuno fue increíble y buenísimo. La comida en el patio estaba fresca. Nos alojamos en una habitación auténtica con vistas al patio. El personal era educado. El hotel estaba situado en un lugar céntrico en el centro. Está super cerca de la plaza principal y del aeropuerto.

El trato del personal, todas chicas, ha sido excepcional. A pesar de la dificultad del idioma, hacían lo imposible por hacer nuestra estancia más agradable. El desayuno uno maravilla, servido en ese patio maravilloso, remanso de paz y lugar de descanso, dentro del bullicio de la ciudad. Entre todas la incansable Mounia con su sonrisa perenne y siempre pendiente de nosotros.... Todo un placer.

El servicio de restaurante es previa reserva, no tienen un restaurante como tal, aunque apetecería quedarse a vivier allí una temporada... Pero el gran problema llegó a la hora de pagar, no admitían ningún tipo de tarjeta, por lo que la última noche, ya cansados, tuvimos que ir a buscar un cajero. Les recomendaría instalar un TPV, más cuando la mayoría de sus huéspedes son internacionales, por lo que no tiene ningún sentido el pago en efectivo.

Las habitaciones eran amplias y cómodas, la cama era de buen tamaño y el desayuno estaba delicioso. La ubicación era genial, cerca de los mercados y la plaza principal. Además, se encontraba en la kasba. 🌟